Periódico LA CRÓNICA 9-Ene-2010 http://www.cronica.com.mx/notaOpinion.php?id_nota=479836
No cabe duda que Marcelo Ebrard y los diputados del PRD en la Asamblea del Distrito Federal actuaron muy hábilmente en relación a la aprobación que permite la adopción de niños por parejas del mismo sexo. Sacaron el mayor provecho de esta nueva ley. Por un lado, buscaron desviar la atención del debate público respecto a la alza de impuestos en el Distrito Federal.
Siempre están en contra de un mayor cobro de impuestos en el ámbito federal, pero ahora que lo hicieron en el ámbito local en temas como: agua, predial, tenencia, Metro, etcétera, era necesario introducir una iniciativa polémica que distrajera el debate.También la iniciativa sirve para intentar dar un toque de “modernidad” y “avanzada” a un PRD que no tiene banderas de futuro y de verdadero progresismo. Son los defensores de la premodernidad del país: promueven lo mismo a taxistas piratas que a líderes sindicales corruptos. Les urge, por algún lado, demostrar un sentido de novedad, porque se han quedado sin propuestas reformistas.
También la ley sirve para tratar de callar a las iglesias, y retroceder en los logros de libertad religiosa que ha tenido el país en las últimas décadas. Piden que las iglesias sean mudas o que no se pronuncien respecto de temas sustantivos, (qué curiosa tolerancia).Además, la iniciativa, también es útil, dice el propio secretario de Turismo del Distrito Federal, para atraer más turismo y generar derrama económica. Quizá buscan seguir el modelo de alguna ciudad europea donde se llegan a exponer en vitrinas a las personas desnudas como objetos sexuales, comercializables, por supuesto, en aras de la modernidad.
Por todo ello, la verdad es que tenemos que aplaudirles a los diputados asambleístas del PRD por su sentido de oportunidad. En esta ocasión pensaron en todo, hasta en el turismo. Sin embargo, lo único que se les olvidó fue pensar en los niños del Distrito Federal. Sin lugar a dudas, el Estado debe garantizar la pluralidad y la tolerancia. Defender la libertad de las personas del mismo sexo que han decidido entablar una relación sentimental, es un deber del gobierno y sus políticas.
Toda persona, independientemente de su preferencia sexual, tiene una dignidad absoluta y merece respeto. No son tiempos de la Inquisición. Se trata del ámbito más íntimo de las personas en donde el Estado no debe prohibir determinadas decisiones de las personas. Sin embargo, la posibilidad de adopción es un asunto que nos lleva a un nivel distinto, porque ya no sólo se trata de derechos personales, sino de terceros involucrados, en este caso las niñas y los niños del Distrito Federal.
El derecho internacional ha acuñado el “principio del interés superior del niño”, como un referente articulador de la legislación, principio que nuestro país ha suscrito en diversos tratados internacionales. El Estado, así como tiene el deber de respetar a toda persona, tiene también la obligación de promover y privilegiar el mejor ámbito para el desarrollo de los niños.
Hay un principio básico en las reglas de la adopción: lo que se debe buscar no es un niño para una familia, sino una familia para un niño. Es decir, el beneficio del niño es lo que debe regir en la adopción. El matrimonio funcional, integrado por un hombre y una mujer parecen ser ese mejor ámbito, por dos razones: la mayor complementariedad y la mayor estabilidad.La pluralidad física, psicológica, emocional, en la relación mujer-hombre, detona una complementariedad enriquecedora que ayuda a formar y fomentar una serie de hábitos y conductas que son necesarias en el desarrollo integral de los niños.
Así mismo, la estabilidad misma de la relación, que es marcadamente mayor en la pareja mujer-hombre (según diversos estudios sociológicos), beneficia también al desarrollo armónico de los niños. Sumado a ello, la propia vicepresidenta de la Comisión de Equidad y Género de la Asamblea, Ana Estela Juárez, del Partido del Trabajo, señaló que su fracción se abstuvo en el tema de adopción, porque la ley aprobada, al presentar diversos vacíos, pude ser utilizada por redes de pederastia, trata de blancas y tráfico de órganos. Por ello, señaló la diputada, es importante garantizar los derechos de los niños para que ingresen a un hogar que les brinde amor, educación y todas las herramientas para su pleno desarrollo.
Es lamentable, que un asunto de tal trascendencia, haya sido aprobado al vapor, engañando a la opinión pública y sin deseo alguno de que fuera discutido con un mayor rigor. Es muy contradictorio que, para el debate del petróleo, los perredistas y el propio Marcelo Ebrard argumentaran la importancia de la discusión, y por ello la necesidad de un referéndum. En este tema, se negaron tajantemente a hacerlo.
¿Les importará más los recursos naturales o su ideología, que ver por el futuro de nuestros niños?
sábado, 9 de enero de 2010
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